viernes, 12 de julio de 2013

Locomotora "El Vagón del Silencio" por Marco Kuong

El nuevo disco de LOCOMOTORA “El Vagón del Silencio” que presentaron hace solo un par de semanas es toda una sorpresa, aún para los fans que los venimos escuchando hace buen tiempo, constituyendo un paso hacia adelante en su propuesta de buen rock, con una raigambre inequívocamente 70’s, pero que sin renegar de las influencias zeppelianas o incluso púrpuras y también de otros sonidos fielmente rockeros, siguen creando canciones con mucha fuerza y brillo para oídos ávidos de placer.
Si bien en el disco anterior “Estación Alpha” del 2011 ya se dejaba apreciar la variedad de matices que eran capaces de ofrecer dentro de una propuesta esencialmente hard rockera, en este nuevo disco se han sumado pasajes armónicos y acústicos de gran belleza, que son ejecutados en perfecto contraste con los riffs más cañeros a que nos tienen acostumbrados.
Asimismo, se advierte intacta la energía y sentimiento que esta banda derrocha en sus presentaciones en vivo, y que los diferencia de muchas otras propuestas del género, logrando emocionar a su público (impactando aún a quienes los ven por primera vez), llevando a una comunión con el ritmo, melodía y lírica de cada uno de sus canciones, como hace mucho tiempo no se veía por estos lares.
El disco empieza con el tema: “¿Qué nos espera ahora?” que nos introduce en un tempo instrumental enigmático para luego de un redoble de tarola dar lugar a una hemorragia de riffs precisos como nos tiene acostumbrados Luis Baracco, unido a la singular voz de Alonso Pérez, que ataca en cada nota con gran pasión pero sin descuidar un ápice la melodía, demostrando dominio de su registro alto, tan poco común en nuestro medio. Todo ello, sustentado en una base sólida de batería y bajo que calza perfectamente con la estructura frenética del tema.
Sigue “Entre Sueños” que inicia en forma de arpegios acústicos que acarician los oídos, pasando luego a un ritmo de guitarra de gran factura, que no da tregua y combate en perfecto contrapunto entre batería-bajo (Christian Sakata y Sonny Ledesma, respectivamente).

“Luna” es el tercer tema es un blues muy sentido y emocionante, sobre todo en los interludios vocales que nos lleva a niveles altísimos, casi “a capella” por la fuerza que impregna Alonso, en un vórtice de emociones que catalizan en gran forma los solos de guitarra, ingrediente básico del estilo. Las marcas de batería y bajo son en este tema marcadamente zeppelianos y ejecutados en gran forma. ¡Muy agradecido!
“Claros Verdes” es una canción blusera al estilo tradicional, al blues de campo, acústico, tocado con slide, pero no por ello menos contundente y ejecutada por la banda con maestría.
Le sigue “Puedo Ver”, otro temazo, un hard rock directo a la vena, sello de marca de la banda.
El disco termina con “Mi Lugar” un tema acústico donde Alonso sorprende con una melodía por demás hermosa de principio a fin, que se sitúa como una remembranza de tiempos idos mejores, casi una invitación al retorno a las raíces, y con el corazón abierto. Definitivamente un grand finale!


No hay comentarios: